Principales logros del Plan de contingencia en apoyo a familias erradicadoras de coca

Key Achievements
Trabajando con 1.968 familias en 10 municipios del país, el Plan de contingencia en apoyo a familias erradicadoras de coca transformó una situación de emergencia en una oportunidad para el desarrollo de capacidades productivas y plataformas colectivas, aprovechando los activos de los territorios y contribuyendo a la construcción de economías legales en zonas históricamente afectadas por los cultivos de uso ilícito.

La estrategia de pago por trabajo comunitario fue clave en este sentido. A través de ésta se convirtió a las comunidades beneficiarias en socias del desarrollo sostenible de sus territorios, involucrándolas desde la planeación, formándolas y remunerándolas para trabajar en la ejecución de actividades productivas necesarias para generar cadenas de valor alternativas a la coca. En la práctica, esta estrategia logró, además de entregar los recursos económicos que requerían las familias, incentivar la asistencia a más de 300 horas de capacitaciones y poner en práctica esos conocimientos en trabajos colectivos que fortalecieron las redes colaborativas y productivas en cada uno de los territorios intervenidos.

Con casi un 80% de participantes mujeres (1.545 mujeres y 423 hombres), el enfoque de género como eje transversal del plan permitió que jóvenes, madres cabeza de hogar y lideresas se empoderaran y cultivaran oportunidades de paridad de género a través del trabajo mancomunado.

El Plan de Contingencia en Apoyo a Familias Erradicadoras de Coca es financiado por el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas para el Sostenimiento de la Paz en Colombia, e implementado por PASO Colombia en coordinación con la Política de Paz con Legalidad de la Consejería Presidencial para la Estabilización y la Consolidación.

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Los siguientes fueron los resultados más relevantes de la ejecución del Plan de Contingencia, de acuerdo con sus 4 ejes de acción:

Eje de infraestructura

En alianza con entidades gubernamentales y empresas privadas, las comunidades socias del plan construyeron 10 infraestructuras nuevas y mejoraron otras 16, para un total de 26 obras priorizadas por las comunidades como de la mayor importancia para potenciar los activos productivos con que contaban, como las asociaciones y proyectos productivos locales. Estas obras les permitirán desempeñar tareas comerciales, agrícolas o turísticas, en ambientes adecuados y con una mayor eficiencia técnica, dinamizando así cadenas de valor alternativas y legales en los territorios:

  • 1 vivero municipal en Anorí
  • 4 instalaciones y dotación para mercados de agricultores en La Macarena, Miranda y El Dovio
  • 1 planta procesadora de café en Miranda
  • 1 piscifactoría en Miranda
  • 1 incubadora de pollos en Puerto Asís
  • 1 trapiche para procesar caña de azúcar en Puerto Asís
  • 4 centros comunitarios en Puerto Asís, Tibú y Dagua
  • 1 planta procesadora de yuca en Puerto Guzmán
  • 1 planta procesadora de frutas en San José del Guaviare
  • 3 centros de recolección de productos en San José del Guaviare, Dagua y Bolívar
  • 1 planta de producción de ladrillos en San José del Guaviare
  • 1 escuela en Tibú
  • 1 biofábrica en Caño Indio, Tibú
  • 1 centro de recepción turística en Dagua
  • 1 productora de miel apoyada con herramientas de trabajo en Puerto Asís
  • 1 fábrica de concentrados en Miranda 
  • 1 planta de producción de ladrillos apoyada con herramientas de trabajo en Puerto Asís
  • 1 salón de reuniones y oficina en Puerto Asís.

Eje de producción

Las comunidades socias del plan pusieron en marcha estrategias que hicieron más rentables y limpios sus procesos de producción, bien fueran cultivos o cría de animales, con miras a ofrecer productos cada vez más amigables con el medio ambiente, cercanos a lo orgánico y, por ende, sostenibles en diversos aspectos. Estos fueron los principales logros del eje de producción: 

 
  • Las y los participantes aprendieron a fabricar sus propios abonos naturales y alimentos para animales, usando materias primas locales y aprovechando elementos que antes desechaban para hacer crecer alimento en sus tierras.

  • Aprendieron a controlar las plagas en sus cultivos a partir de estrategias de bajo costo, naturales y limpias.

  • Tras certificarse como viveristas, 41 mujeres que trabajaron en el vivero municipal de Anorí comercializan alimentos y abonos naturales entre los productores locales. A su vez, las especies frutales y aromáticas que sembraron servirán a sus propios proyectos productivos, así como otras especies a la reforestación de los bosques del municipio.

  • Las comunidades pusieron en marcha estrategias para mejorar su seguridad alimentaria, tanto desde la oferta como la demanda de alimentos. Establecieron huertas comunitarias y acuerdos de producción entre fincas, logrando acceder a una oferta alimentaria nutritiva sin necesidad de desplazarse hasta los cascos urbanos, y ofreciendo parte de su producción en mercados campesinos virtuales. Esto ha sido especialmente útil para las familias durante la epidemia de COVID-19.

Conoce cómo Familias erradicadoras de coca trabajan por la seguridad alimentaria en medio del COVID-19

 

Eje de comercialización

Las y los participantes del eje de comercialización reconocieron e implementaron estrategias antes, durante y después de la celebración de sus mercados campesinos, mejorando su efectividad comercial. Los siguientes fueron los logros más destacados de las participantes de este eje:

  • Aprendieron a sondear los potenciales productivos de las fincas en sus territorios y a proyectar oportunidades de negocio a partir de sus propias actividades productivas.

  • Lograron analizar en detalle el funcionamiento de su mercado local y se comunicaron de manera estratégica con sus actores.

  • Bajo el liderazgo de la red de 400 mujeres Creadoras de Mercados se realizaron mercados campesinos en los 10 municipios donde tuvo lugar el Plan de Contingencia. De esta forma conectaron comercialmente sus aprendizajes en el mejoramiento de prácticas productivas y fortalecimiento asociativo con la salida de sus productos a los mercados locales, prescindiendo de intermediarios y, en consecuencia, percibiendo mayores ganancias.

  • Las Creadoras de Mercados también se involucraron en el acercamiento a compradores, mercados y alianzas mayoristas; por ejemplo, con la Central de Abastecimientos del Valle CAVASA, COTELCO del gremio hotelero y ACODRES del gremio de restaurantes. También hicieron contactos directos con 12 hoteles y clubes del Valle del Cauca.

  • Ante los retos propuestos por la pandemia de COVID-19, comunidades socias del Plan de Contingencia en Anorí y San José del Guaviare aprovecharon los conocimientos adquiridos para idear estrategias de e-commerce con las que consiguieron celebrar 3 mercados campesinos virtuales y bioseguros.

Conoce cómo un Mercado campesino virtual abastece de alimentos a San José del Guaviare durante la pandemia por COVID-19.

Eje de fortalecimiento asociativo

Las y los participantes fortalecieron un total de 28 organizaciones, y en 3 casos fundaron nuevas organizaciones productivas. Gracias a esto pudieron realizar actividades colectivas con una mayor formalidad y posibilidades de crecimiento bajo la modalidad de cooperativas, lo que a nivel territorial contribuyó al fortalecimiento de las redes de gobernanza local. Estas son las organizaciones que se vieron más fortalecidas con las tareas de este eje:

 
  • Cerca de 40 mujeres del municipio de Anorí, hoy certificadas como viveristas con énfasis en buenas prácticas productivas, fundaron la cooperativa multiactiva COOMULSEPAZ. Así darán continuidad al proyecto del vivero municipal de Anorí, cuya infraestructura recuperaron durante el Plan de Contingencia. Desde esta cooperativa podrán presentar proyectos de diversa índole ante los entes locales, departamentales y nacionales para contribuir al desarrollo sostenible de su territorio.
  • Se fortaleció a la cooperativa ASOYUPGUZ con asistencia para la tecnificación de la producción de yuca en el municipio líder en ese cultivo en el país, Puerto Guzmán, Putumayo.

  • Se apoyó la constitución legal de la Cooperativa Agroecoturística de la cuenca Anchicayá (CORTUCÁN), conformada, entre otras, por familias vinculadas al PNIS de La Cascada, municipio de Dagua, quienes habitan en el Parque Nacional Natural Farallones de Cali y buscan impulsar el ecoturismo en la zona.

  • Se creó la precooperativa COOPNIS, que reúne a todas las cooperativas de comercializadores de los municipios de Dagua, Dovio, Bolívar y Miranda que se convirtieron en socias del Plan de Contingencia. Esto permitirá asociarlas e impulsarlas, abriendo las puertas a que sus productos puedan escalar de mercados regionales a mercados centralizados más desarrollados.
  • El enfoque diferencial del Plan de Contingencia permitió que su desarrollo respondiera a las necesidades y realidades de diversidad de poblaciones, como indígenas, afros, niños, niñas y adolescentes, y con especial énfasis en brindar herramientas efectivas para el empoderamiento de las mujeres en roles decisivos dentro de los procesos productivos y comunitarios.

Eje transversal de cuidado de niñas y niños

Permitió que, a través de los servicios de personas capacitadas en su cuidado, las madres y padres socias del plan liberaran tiempo para asistir más confiados y concentrados a las capacitaciones y sesiones de trabajo comunitario.

Los logros del Plan de Contingencia en apoyo a familias erradicadoras de coca cobrarán especial sentido cuando permitan implementar, con un mayor potencial de crecimiento, los proyectos productivos que el programa PNIS tiene contemplado en sus siguientes fases.

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