Trabajo en red para una visión territorial en el Guaviare

Como parte de la primera fase de la construcción de la Red de Paz del Guaviare, se realizó la “Muestra agropecuaria y cultural de paz” en el municipio de El Capricho. En esta iniciativa participan 1,200 familias de 59 veredas, reuniendo reincorporados, familias ex-cocaleras, instituciones locales y de cooperación internacional.

La Red de Paz del Guaviare cuenta con la cooperativa COOMFASOL, creada en el marco del Plan de Contingencia en apoyo a Familias Erradicadoras de Coca, por mujeres ex-cocaleras de la zona, quienes trabajan de la mano con PASO Colombia como enlace territorial para compartir su experiencia en la creación de mercados campesinos y comercialización. La Universidad de Notre Dame también es una socia clave en este proyecto, acompañando el proceso y realizando un Estudio sobre el impacto de esta Red en la reducción de los cultivos de coca.

CONSTRUYENDO UNA VISIÓN TERRITORIAL  

En palabras de Nery Sarmiento, integrante de COOMFASOL “la red de paz es para que seamos más unidos, porque siempre se ve que el uno está por acá, que el otro está por allá; que este tiene la comida y que este tiene el consumidor, que es el animal, pero entonces no sabemos que nos necesitamos. Entonces la red de paz es para conocer qué tenemos y así entre nosotros apoyar el campo”.

El trabajo coordinado que propone la red permite que sus participantes adquieran un panorama más completo de su territorio, conectando propuestas y resolviendo necesidades entre los distintos integrantes. Como lo reconoce Paola Salcedo, quien desde PASO Colombia acompaña la creación del proyecto:

“En el mercado logramos identificar que la vereda Triunfo Dos está cultivando y produciendo lombriz californiana; y en la socialización que tuvimos en Guacamayas, ahí mostraron la necesidad de tener lombriz californiana para los abonos orgánicos. Entonces de una COOMFASOL lo conectó. Dijimos ‘Oigan, las lombrices californianas que necesitan en Guacamayas para los abonos orgánicos, las están vendiendo en El Capricho’".

Precisamente estas conexiones entre las distintas comunidades permitirán la creación de las cadenas de comercialización, el fortalecimiento de los mercados campesinos, encuentros para el intercambio de semillas y capacitaciones para una producción agrícola limpia. “El objetivo principal de la Red es que con el trabajo colaborativo se cree esa conexión entre ellos, construir redes entre asociaciones, entre mujeres, entre líderes, entre campesinos e instituciones”, explicó Salcedo. 

APRENDER HACIENDO

La “Muestra agropecuaria y cultural de paz” en el municipio de El Capricho es un primer hito de la Red de Paz del Guaviare. Este mercado campesino, que sirvió de espacio de encuentro y socialización para las organizaciones participantes, fue organizado directamente por las familias campesinas que participan de la iniciativa. En la jornada participaron 430 familias y se lograron ventas por 5 millones de pesos; sin embargo, su alcance más importante fue como jornada pedagógica para identificar los puntos clave a trabajar en los siguientes meses, con el propósito de fortalecer el eje de comercialización de las comunidades participantes.

“Hay una ventaja y es que finalmente la gente empieza a asumir un empoderamiento sobre aprender a vender, y es que la gente no sabe realmente vender sus productos. Pero además, también que lo organicen comunidades campesinas permite que haya un reconocimiento sobre los liderazgos de la región, sobre las organizaciones sociales, las asociaciones, las cooperativas. Que no necesiten siempre tener una institución que haga el mercado campesino, sino que finalmente sean las comunidades quienes empiecen a posicionar este tipo de espacios. Y eso es algo que se resalta el día de hoy, que son las comunidades las que están aquí liderando este mercado. Yo creo que es una muestra que empieza a posicionar una visión propia del territorio”, Leider Méndez, integrante de la cooperativa COOJAPAL.

En este proyecto, la comercialización se propone articular de manera colectiva y territorial a toda la comunidad. Por esta razón se priorizó una participación diversa en este primer encuentro, incluyendo iniciativas como Las Caprichosas (una cooperativa de mujeres ex-cocaleras) y la cooperativa COOJAPAL, conformada por reincorporados que le apuestan a la producción de concentrados orgánicos para animales, quienes compartieron sus experiencias organizativas y económicas.

En su conjunto, el objetivo de este trabajo es mostrar que mediante la construcción de redes es posible generar paz de forma colaborativa, al propiciar las condiciones para que los y las campesinas cultiven otros proyectos agropecuarios, diversifiquen sus ingresos a corto y mediano plazo, y fortalezcan su autonomía organizativa.